lunes, 19 de noviembre de 2018

Padres Malos... Hijos Buenos

Padres Malos,  Hijos Buenos

Como educar hijos buenos?...  es la pregunta de todo padre:

Si bien es cierto que no nacemos siendo padres ni con varitas mágicas para cambiar la conducta de nuestros hijos y formarlos adecuadamente en cada etapa de su desarrollo, si podemos, en el día a día y junto con ellos, aprender estrategias y habilidades que nos permitan ser mejores padres, y para llevar a cabo esta tarea es importante tener primeramente una enorme dosis de paciencia, tolerancia y firmeza, ya que ser padre malo implica ser firme en las decisiones que toman, tanto para poner un castigo como un premio, fomentar valores con el ejemplo, poner reglas y limites claros y hacerlos valer.

Padres Malos!!!   así nos llaman nuestros hijos cuando no les permitimos hacer su voluntad, cuando impones un castigo o un correctivo, cuando eres una barrera que le va  a enseñar el buen camino aunque a ellos no les guste y les parece un choque de generaciones.

Sin embargo esos limites y firmeza es lo que los va formando de una forma inconsciente o consiente desde edades pequeñas, fomentarles una buena autoestima, hacer que se sientan amados y respetados, ayudarles a crear un proyecto de vida, una razón para amarse y vivir... con el tiempo ellos aprenderán a valorarse y por si mismos tomar decisiones.

Ser Padre Malo es hacerlos responsables de sus errores aunque el castigo nos rompa el corazón y cumplan con sus responsabilidades aunque les lleve mas tiempo que el que yo podría invertir.

Ser padre malo es estar al pendiente de cada paso que da, permitirle sus errores y dejar que los corrija...  no lo prives de ser una gran persona, ni te prives de ser un gran padre.

Siendo un Mal Padre evitaras muchos desafíos de malas conductas ya que al final de cuenta los padres siempre estamos para los hijos y siempre seremos sus padres.... pierde el miedo a ser padre, a poner un castigo... Lo único que ganara en futuro es el respeto y el ver con orgullo a un gran hijo....

Se un Gran Padre Malo!!.....


Psic. Mayra Cortes Pulido
Terapeuta Gestalt
Especialista en Adicciones
Zapopan Jal. México

Derrotando a los fantasmas vocacionales

“Los dos días más importantes de tú vida son el día que naciste y el día que averiguas
para qué”
-Mark Twain

La adolescencia es una edad que construye su autoestima en menor medida por lo que
los padres y autoridades disciplinares indican y en mayor medida por la pertenencia a
su grupo de pares, presencial y virtualmente, y eso también hace un guiño a la cultura
popular y lo que posiciona como deseable.

¿Cómo se compone mi vocación?
La vocación es un construcción no necesariamente inamovible que incluye intereses,
habilidades, talentos y posibilidades a nivel físico, económico, social y psicológico.

Si los factores económicos no son suficientes podríamos evaluar trabajo y ahorro, pero
si los factores económicos de la familia están en negativo, se necesitará postergar la
manifestación óptima de la vocación y replantear qué forma de desempeño en mayor o
menor escala puede satisfacer la necesidad de la persona de expresarse a través de
su vocación.

Los intereses, aunque muchos se mantengan, otros se disuelven y algunos nuevos se
sumarán en el transcurso de la vida.

Las habilidades pueden también desarrollarse, incluso algunas podrían requerir
dedicación, y el deber de padres y maestros es plantear altas expectativas y fomentar
autoestima. Las altas expectativas “yo se que tú puedes”  no desde la presión, si no
desde la confianza y el apoyo.

Los potenciales físicos pueden ser fomentados desde los primeros años, con ejercicio
como hábito fijo y acorde a las posibilidades de su desarrollo (consultar a un pediatra
si fuese necesario)

Tanto los interese como las habilidades y potenciales físicos requieren atención y fomento,
donde debería aprovecharse al máximo actividades extraprogramáticas, talleres artísticos,
deportivos, computacionales, matemáticos, científicos, etc.

En una edad tan susceptible como la adolescencia es solo natural que aquello que dicen
las personas y comunidad alrededor de jovenes los afecta e invada como un fantasma.

¿Cuales son los fantasmas?
Los fantasmas son juicios y opiniones del entorno, del mundo del niño, niña o joven.

La elección vocacional siempre tendrá estas dos aristas
-el abanico de intereses, habilidades y repertorio relacional en instancias de desempeño
supervisado.
-las expectativas del resto

¿Cómo derrotamos a los fantasmas?

Primer paso: debemos identificar:
¿Qué cosas me gustan?
¿Las cosas que me gustan son estudiables?
¿Las cosas que quiero estudiar, también son las cosas a las que me quiero dedicar?
¿Puedo vivir de mis intereses? si/no
-Si la respuesta es no, ¿qué necesito para poder vivir de lo que más me apasiona?
-¿Qué camino han tomado otros que se dedican a lo que me gustan? ¿qué necesitaré?
-Existe la posibilidad de compatibilizar la dedicación a lo que más me gusta con
otra jornada laboral acorde a mis otras habilidades?
¿Cuales son mis posibilidades económicas y de desempeño académico?
-¿Está en mi poder aumentarlos?
-¿Quién o qué organismo me puede ayudar con lo económico y con lo
académico?
-¿A quiénes puedo consultar por alternativas para conseguir más apoyo?
-¿Necesito tomarme un año para poder aumentar en estos aspectos?

Segundo paso: Identificar en otros:
¿Cómo valoran mis amigos las ocupaciones que me interesan?
¿del 1/10 qué tan importante es para mi?
¿Cómo valoran mis padres las ocupaciones que me interesan?
¿del 1/10 qué tan importante es para mi?
¿Cómo valoran mis maestros las ocupaciones que me interesan?
¿del 1/10 qué tan importante es para mi?
¿Cómo valoran mis compañeros las ocupaciones que me interesan?
¿del 1/10 qué tan importante es para mi?
¿Cómo la sociedad valoran las ocupaciones que me interesan?
¿del 1/10 qué tan importante es para mi?

Luego de escribir el punto 2 separar en dos columnas:
La primera: Hechos
En hechos colocaremos cifras y datos duros acerca de las profesiones que
nos interesan, como empleabilidad, prestigio en revistas internacionales, tipo de
jornada, rango de ganancia económica, posibilidad de subsistir con esa ocupación
de manera exclusiva, o si para mantenerla, requiere tener otro trabajo. Acá irán todos
los pros y contras que sean objetivos.

La segunda: Opiniones y  juicios
Acá identificamos pensamientos personales, por ejemplo “Juan dice que estudiar leyes
es aburrido” “Vilma dice que estudiar diseño es de tontos” “Luis dice que estudiar actuación
es de inestables” “sociología es para muertos de hambre” y buscaremos contrastar esa
información de opiniones personales con los datos objetivos que manejamos en la pregunta
anterior.

Este ejercicio nos ayudará a vencer las voces de otros en la toma de decisiones en una
edad en la que es solo normal confundirnos con tantas expectativas sucediendo al
mismo tiempo.

Preguntas recurrentes:

Soy menor de edad y aun no puedo trabajar, ¿Qué pasa si mi familia no puede o quiere
fomentarme el desarrollo de habilidades o talentos?

Hay veces en que por motivos económicos la familia no puede costear una escuela
pluralista o con enfoque del desarrollo de inteligencias múltiples y son limitados en su
bandeja de opciones extracurriculares.
Buscar en las redes: instituciones gubernamentales o no gubernamentales formales que
impartan talleres gratuitos o a bajo costo y/o actividades y ferias que expongan cultura,
artes, ciencia y deportes.

Tanto más bagaje haya en cuanto a probar diversos contextos de aprendizaje, diferentes
tipos de inteligencias y diferentes relaciones disciplinares, tanto mejor para desahogar los
fantasmas que la vocación implica.

¿Qué pasa si ya soy adulto y no me gusta mi profesión/ocupación? En ocasiones y tras una
carrera exitosa o en fracaso, si antes no pudo plantearse y darse su tiempo para explorar
gustos, intereses y habilidades todavía está a tiempo, siempre se puede aumentar la
dedicación a lo que nos gusta, la clave será ordenar las siguientes preguntas:
¿Qué áreas de la experiencia humana todavía no he explorado?
¿qué necesito hacer para gestionar esos espacios?
¿Qué es lo que me gustaría hacer en vez? Si no sé la respuesta, deberé generar
espacios de experimentación y volver a encontrar aquello que me hace sentir viva o vivo.
¿Si sólo me cambio de lugar de trabajo podría sentirme mejor?
¿Puedo cambiar a una ocupación que me guste más en el corto o mediano plazo? si/no
-Si la respuesta es no ¿Qué necesito? ¿Cuanto tiempo requiero para tener
lo necesario para mudar mi ocupación?

Ya sé a qué quiero dedicarme, ¿Es rentable poder dedicarme exclusivamente a lo que
me gusta?
-Si no lo es, qué necesito para poder hacerlo rentable?
-Si no sé cómo rentabilizar mi más profundo interés, conozco a alguna persona o
institución que pueda ayudarme a hacerlo posible?
-¿Es una posibilidad para mi dedicar parte de mi jornada a mantener mis finanzas
personales mientras gestiono una ocupación que me llene más?
Un buen ejercicio es Entrevistar a conocidos que se hayan cambiado a una ocupación
que los ha hecho más felices y preguntarles como fue su proceso y qué claves pueden
recomendarte para hacerlo más llevadero.




Autora: Daniela Abufhele Meza.
Psicóloga chilena
Facebook: https://www.facebook.com/PsyDaniela/