“Al enamorarnos, escogemos nuestra fatalidad. (Octavio Paz.- La llama doble)”
…. Ahora las neurociencias desnudan el amor un poco más, nos permiten describir desde otra mirada todas esas sensaciones, pensamientos y percepciones vinculadas al amor.
Cuando te enamoras tu cerebro produce sustancias que generan un estado muy gratificante porque actúan en varias estructuras cerebrales que se conocen como sistema de recompensa.
Estas sustancias son la serotonina, dopamina y oxitocina, cuando estas con la persona que amas, estas sustancias inundan tu cerebro y entonces las personas tienen reacciones químicas que alteran el equilibrio químico.
La adrenalina incrementa la presión sanguínea que provoca la sudoración de palmas de manos y la ruborización, acelera el ritmo cardiaco y provoca una respiración más profunda provocándonos una mayor energía a través de un cuerpo más oxigenado. Creo que es a lo que le llamamos sentir que flotamos cuando estas con ese alguien.
La noradrenalina elevada, provoca deseo sexual, gracias a la importante función de la testosterona en chicos y chicas. Nuestro cuerpo produce testosterona y en ese momento es cuando expresas estar en la sintonía del amor con la persona correspondiente. Es el clásico momento en que te sientes a gusto cuando estas cerca de esa persona.
Si esto no fue suficiente, tenía que intervenir el Sistema Nervioso Autónomo, origen de muchas emociones: Constricción, Dilatación y Secreción, sus principios básicos.
Wow! Además están involucradas también un conjunto de estructuras cerebrales y sustancias químicas que a esas alturas están trabajando demasiado; ya están también haciendo lo suyo la amígdala y el sistema límbico. El córtex anterior cíngulado (involucrado en funciones autónomas del organismo y cognitivas) se activa cuando ves a esa persona especial para ti.
La corteza cerebral, o sea esas áreas responsables del juicio social, de someter a las personas que te rodean a una respectiva evaluación, y saber si “son o no buenas personas”: SE INACTIVAN.
¡Qué tal, en que cuerpo estamos!
Derivado de lo anterior, ante nuestro objeto de amor, nos volvemos ciegos o bajamos la guardia y he ahí todas las respuestas a la pregunta ¿Y por qué dejaste que te tratara así? ¿Por qué no viste que te estaba usando? ¿No era la persona indicada, por qué no te diste cuenta? Estabas ciego, la corteza cerebral no estaba haciendo su trabajo y más adelante te digo porque.
Si tienes tendencia al llanto o labilidad emocional es porque tu serotonina disminuyo.
La FenilEtilAmina (FEA) es una molécula orgánica que segregan los humanos en el cerebro, es una anfetamina que activa la secreción de dopamina y oxitocina (el primer neurotransmisor se relaciona con las sensaciones de deseo, (repetir aquello que nos da placer), el segundo se relaciona entre otras funciones con el deseo sexual, neurotransmisores que provocan arrebatos sentimentales: Felicidades estas muy muy enamorado (a)!
A mayor producción de dopamina en la corteza cerebral, mayor nulidad del razonamiento lógico. ¿Te has sentido menos inteligente mientras estás enamorado? ¿Tu juicio, razones o decisiones se ven afectados?... Agradece a la dopamina
Sin embargo y como nada dura para siempre, al paso del tiempo la feniletilamina ya no trabaja igual, aquí es interesante hacer un comentario, existen personas que sus enamoramientos o intereses por el otro (a), le duran muy poco.
Las investigaciones al respecto reportan de 90 a 180 días como promedio; es decir, te toco bailar con la más FEA (FenilEtilAmina) seas hombre o mujer.
Algun@s carecen de Vasopresina, la hormona monogámica y están terminando con una persona y ya están sintiendo algo por otra, o bien el paso de la muerte les resulta muy fácil.
Sin embargo, hay otra personas que hacen trabajar a la par la oxitocina, que es la responsable del cariño y entonces no es solo la descarga bioquímica inicial, dichas personas puede ufanarse de saber mantener una relación más allá de sus neurotransmisores y más aún llamarla AMOR, procuran los detalles y se vinculan.
Si estas enamorado es seguro que sentirás y mucho, y sentir es señal de que estamos vivos.
Lizeth Ruiz
Psicóloga Mexicana
