COMUNICACIÓN ASERTIVA ENTRE PADRES E HIJOS
La comunicación deriva del latín communicare que significa “compartir algo” es un proceso con el que
podemos transmitir ideas, expresar emociones, sentimientos y necesidades a los
demás. A lo largo de nuestra vida hemos
aprendido diversas formas de comunicación, siendo la familia, el primer ente
que nos enseña a comunicarnos, acorde a sus usos y costumbres.
Por su parte, la asertividad es la habilidad para ser
claros, francos y directos, diciendo lo que se quiere decir, sin herir los
sentimientos de los demás.
Por lo tanto, la
comunicación asertiva es una
forma de expresar lo que se piensa o quiere de manera clara y respetuosa,
considerando la existencia de otros puntos de vista y sin ser agresivo o
pasivo.
Algunas formas de comunicación son AGRESIVA, PASIVA Y
ASERTIVA:
*AGRESIVA: se piensa que sólo importa la opinión propia y
para conseguir lo que se quiere, se emplean hacia los demás insultos, gritos,
golpes, no hay respeto ni tolerancia, se ejerce el autoritarismo.
*PASIVA: se considera que los demás son más importantes, se
minimiza el valor propio, se toma una actitud sumisa que promueve el abuso de
otros.
*ASERTIVA: se considera tan valiosos a los demás como a su
propia persona, se ejerce la escucha activa, expresa emociones sin agredir a
los demás, sé es tolerante y respetuoso.
Como padres de familia, somos el ejemplo para los hijos y
sus maestros de vida, por eso es tan importante que tengas cuidado en la forma
que te comunicas con ellos, ya que si te comunicas de forma agresiva estarán
normalizando la violencia, por lo tanto de esa manera se relacionará con sus
compañeros, amigos y pareja. En tanto que si ejerces la comunicación pasiva,
fomentarás en tu hijo la timidez, la sumisión y será más fácil que sea
permisivo en sus relaciones afectivas y tolere conductas de abuso hacia su
persona.
Como padres de
familia, a veces pensamos que nuestros hijos son iguales y que todos aprenden
de la misma manera, sin embargo no es así, existen canales de comunicación
VISUAL, AUDITIVO Y KINESTÉSICO, quienes son visuales aprenden y se comunican
observando y en su lenguaje emplean frases como: ¿qué crees que vi?, ¿te cuento
lo que vi?, quiero ver cómo podemos hacer para…Mientras que los auditivos
aprender a través de lo que escuchan, por eso a veces pueden estar viendo una
cosa y escuchando otra, para identificarlos podemos notar que emplean frases
como: el otro día le oí decir, oye te cuento que…Finalmente el kinestésico es
quien aprende haciendo las cosas, suele ser más expresivo, sus frases son: me
gustaría sentir, haré lo que pueda, siento que necesito, etc.
Como padres de familia tendríamos que detectar cómo se
comportan y expresan cada uno de nuestros hijos, ya que no son iguales; de esta
manera poder descubrir y atender sus necesidades.
Pasa algo muy común en la relación de padres a hijos, los
padres no saben cómo hacer preguntas claras y los hijos se limitan a ser
tajantes en sus respuestas, por ejemplo, ¿cómo te fue en la escuela? (pregunta
la madre) –Bien (contesta el hijo). Y así inicia y termina una charla al llegar
el hijo a casa.
Pero, ¿qué es lo que realmente quiere saber la mamá?: fueron
todos tus maestros, comiste el lunch, entregaste trabajos, qué hiciste en el
recreo, etc. Entonces, tendría que ser más específica en su pregunta:
-qué tal, ¿tuviste todas tus clases hoy? (mamá)
-No (hijo)
-¿cuál no tuviste? (mamá)
-español (hijo)
-¿sabes por qué no la tuviste?
-si, la maestra enfermó…
Y de esa manera, entre más específicas sean sus preguntas,
más se extenderá la charla.
Recuerda mamá y papá, es importante que escuches a tu hijo
atentamente y se note esa atención, ya que nuestro cuerpo también expresa algo
(lenguaje corporal), por ejemplo si tu hijo te está contando algo y mientras lo
hace tú estás en el celular o haciendo otra cosa, el mensaje que le envías con
tu cuerpo indica que no te interesa lo que te dice y si él o ella se da cuenta,
eso hará que cierres la comunicación con tu hijo, es decir, dejará de contarte
lo que te dice y posteriormente buscará a otra persona para contarle lo que le
pasa.
Algunas recomendaciones que sugiero a los padres de familia
con los que trabajo en terapia o en talleres, son las que a continuación te
comparto:
-Si tu hijo se acerca y te dice que quiere contarte algo,
deja lo que estés haciendo y platica con él.
-Si no puedes dejar lo que estás haciendo porque es urgente
dile, permíteme 5 minutos (o el tiempo que requieras) y enseguida te atiendo,
pero cúmplelo.
-Deja que termine de decirte lo que tenga que contarte,
antes de que des una opinión o regaño.
-No minimices sus sentimientos o emociones, recuerda que
cada uno percibimos y sentimos las cosas de manera diferente, debido a la
interpretación que le damos.
-Si tiene ganas de llorar evita decir “no llores, no es para
tanto”, “no llores, debes ser fuerte”, ya que al hacerlo limitas la expresión
de su dolor, prueba con “llora lo que necesites, aquí estaré para ti”.
-Respeta sus silencios
-Sé más empático con tus hijos, es decir, trata de ponerte
en su lugar ante la situación que te cuenta, así será más fácil que le ayudes a
buscar soluciones.
-Ten espacios de convivencia familiar, pero también espacios
de convivencia en pareja, con cada uno de tus hijos.
-No tengas miedo de expresar lo que tú sientes cuando tú
hijo te pregunte qué sientes, recuerda que educas con el ejemplo.
-Dile constantemente lo mucho que lo amas y lo orgulloso que
te sientes de él o ella, no importa la edad que tenga.
«Cambiemos nuestras conversaciones y cambiará
nuestra vida».
(Humberto Maturana)
Lic. Viridiana Trinidad Monroy
Psicóloga y Tanatóloga Mexicana
