lunes, 18 de marzo de 2019

¿Cómo apoyar a alguien que está de duelo?




Las pérdidas significativas son de los eventos más dolorosos que una persona puede experimentar en vida, junto con la perdida del trabajo, cambio de casa y enfermedad de una persona cercana.

Sus fases, muy bien conocidas son:
Fase de Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida.
Fase de Enfado, Indiferencia o Ira: Estado de descontento por no poder evitar la pérdida que sucede
Fase de Negociación.
Fase de Dolor Emocional (o depresión).
Fase de Aceptación.

Muchas veces estas fases suelen repetirse una vez llegado a la fase de dolor emocional, y entonces se retroceda a ira y negociación.

Cada persona hace su propia variedad de duelo, pero lo cierto es que el duelo se constituye por emociones de confusión, pena y rabia, que son repetitivas y por lo tanto, para quien acompañe a la persona sufriendo, puede ser muy difícil entender lo que esta pasando.

¿Cómo se puede ayudar entonces a alguien que está sufriendo una pérdida significativa?
Lo primer es hacérse a un lado la expectativa de que se tiene que "mejorar" pronto de ese estado, ya que el perder algo que amamos duele enormemente e implica una desorganización y proceso de organización que se hace muchas veces a solas.
Un duelo normalmente dura 6 meses en que estarán presentes sentimientos de pena, rabia, confusión, temores e incertidumbre, por lo que la persona andará con "mecha corta" y menos disponible para relajarse, ser paciente, etc.
Cuando la persona que muere es muy cercana, o a muerto de manera muy abrupta, es posible que el duelo se extienda a 2 años, pero si alguien que quieres lleva mucho tiempo mal por una pérdida, en ese caso puedes sugerir que reciba atención de salud mental, pues podría estar desencadenando una depresión. 

Actitudes sugeridas para ser un buen apoyo
Dejar de lado nuestra necesidad de que "no duela".  
El dolor no es bueno o malo, es informativo, y la tristeza tiene la función evolutiva de conectarnos con lo más valioso, lo que muchas veces nos lleva a mirar nuestra vida y nuestras prioridades. La persona sufriendo tiende a estar más para dentro y tendrá necesidades repentinas de salir también.

No apurar: Cuando le tenemos afecto a alguien, lo más natural es querer que esté mejor. El tema con el duelo, es que es como el oleaje del mar, hay días más fáciles y más difíciles y sin duda quien lo padece puede comportarse de manera impredecible.

Dejar espacio para conversar sin juzgar: Si la persona quiere hablar, incluso, siendo repetitiva, deja que saque sus recuerdos y resquemores afuera, acompañando, sin presionar. Evita frases como "ahora esta todo mejor" "ya esta descansando" "ya paso y hay que seguir adelante" ya que aunque estas frases son positivas, la persona no está en la mejor disposición para entenderlas y muchas personas en duelo señalan que esas frases más que ayudar, son una presión bajo la expectativa de que se les tiene que pasar rápido.

Estar ahí sin asfixiar: Ofrece salidas, planes, o ir a acompañar, uno a la vez y sin insistir. Aunque te diga en 5 planes que no, quizás cuando se sienta mejor vaya a necesitar o saber que puede apoyarse en ti, que vas a estar incondicionalmente.

Evita exigencias: Una persona sobrepasada por una pérdida tiene poca disponibilidad emocional para las exigencias e imposiciones, piensa que quizás en los primeros meses necesite la menor cantidad de estrés emocional posible.



Comienza la diversión del trabajo 18.03.19